LA GUÍA PARA MI ORGASMO
Debes esperar a que la luz de la luna inunde la recámara, y comenzarás a escuchar la ausencia del bullicio de los vecinos. Con mi cuerpo recostado sobre la cama, irás poco a poco descubriendo mi piel de la ropa que me acompaña, dejarás que las sábanas envuelvan mi cuerpo desnudo y erotizado por el roce.
Esperarás a que una música de piano acompañe las caricias de tu mano cálida por mis piernas, por mi vientre y hasta llegar a mis senos, los cuales para este momento estarán excitados. Vas a encontrar unos pezones erectos, los cuales vas a rozar delicadamente con las yemas de tus dedos, dibujarás su forma con tus dedos para reconocer cómo mi vulva se enciende al instante.
Colocarás a BEA sobre mi clítoris para esperar a que mi rostro comience a desfigurarse. Sólo observa, contempla mi desnudes, admira mi placer y goza mi humedad.
Toca suave, ¡no vas rápido con mis pezones! Identifica cómo se sienten al estar excitados, descubre en el proceso el tamaño de mis senos y la textura de mi piel, pasa tu mano abierta por ambos senos y recorre por mi abdomen hasta llegar a la vulva. ¿La sientes? Ahora mismo estará tan húmeda mi vagina como para penetrarla, pero nos limitaremos a gozar las caricias.
Dime al oído que te gustan mis senos, mis piernas y mis nalgas. Déjame saber que te erotiza mi cuerpo desnudo y nocturno, dime lo mucho que me deseas y que me amas.
¡Dime que me quieres tener más cerca y más cerca! En este punto comenzarás a ver cómo mi piel se eriza, mi boca se abre y mis ojos se mantienen cerrados. Es el momento para tocarme más, notarás que siento cómo mi clítoris se erecta con la vibración de BEA y te diré que me penetres, pero no te dejaré hacerlo, porque deseo solo venirme así.
Una sensación de tensión se acumulará en mi clítoris, se pondrán muy duros mis pezones, mi cara tomará nuevos rasgos y en pocos segundos voy a suspirar para liberar todo mi orgasmo. Una sensación de plenitud recorrerá todo mi cuerpo, mis piernas dejarán de sentir fuerza y mis senos serán tan sensibles que las sábanas me estorbarán.
Tú sólo vas a contemplar, mirarás y gozarás cómo mi vulva escurre, mis pezones se mantienen erectos y mi cara se relaja con gran alivio.
No te preocupes si ves que mis ojos se cierran poco a poco o si mi cuerpo se queda inmóvil, soy yo que está viviendo su orgasmo nocturno y te lo está dedicando.